Aumento de pómulos I Dermatología estética

Con el paso de los años, la masa grasa y ósea de la cara se acaba perdiendo, haciendo que se debiliten las estructuras faciales. Los pómulos son una evidencia clara de esta degeneración, pudiendo dar una sensación de cansancio o fatiga. Con el fin de conseguir un aspecto natural pero a la vez rejuvenecido y fresco se introduce ácido hialurónico en la zona pertinente, que además de obtener los resultados deseados, también aporta cierta elasticidad y tonalidad en el rostro, dos factores que se van perdiendo con el tiempo.

Tratamiento

El tratamiento se inicia con la aplicación de anestesia tópica para reducir las posibles molestias que pueda tener el paciente. Seguidamente, se introducen, con pequeñas inyecciones, las necesarias dosis de ácido hialurónico en la zona pertinente. El proceso tiene una duración de unos 30 minutos aproximadamente y sólo será necesaria una única sesión.

Resultados y recuperación

El paciente podrá devolver a las actividades diarias con completa normalidad y observará una mejora en cuanto acabe el tratamiento. Sin embargo, la inflamación de la zona no dejará ver los resultados definitivos hasta dos semanas después aproximadamente. Es posible la aparición de algún hematoma esporádico, pero la sintomatología desaparecerá dos días después. Cabe remarcar que el efecto del ácido hialurónico para los pómulos puede alargarse de entre 12 y 18 meses, con la posibilidad de que el paciente pueda volver a inyectarse dosis de ácido hialurónico.